Increíbles galletas de avena

Si estás pensando en cuidarte porque haces ejercicio o al menos lo intentas… no olvides tener en cuenta estas galletas de avena. Aportan proteínas a tu dieta, algo muy necesario para crear músculo.

Las galletas de avena a parte de ser una delicia, son muy nutritivas y te van a dejar saciado, conseguirás que se te quite el gusanillo de comer algo dulce y encima de una forma sana.

Los copos que se utilizan para la receta de galletas de avena son naturales, en el supermercado los venden, antes costaba un poquito encontrarlos, pero ahora están en todos los supermercados y los encontrarás sin problemas.

Estas galletas de avena son excelentes para una emergencia, se hacen rápido y no es necesario refrigerar la masa.

Son ideales para picar algo sano a media mañana.

Encuentra toda la información nutricional sobre la avena aquí.

Ingredientes:

Elaboración:

Precalienta el horno a 180º. Mientras tanto haremos la masa de las galletas de avena, así optimizamos nuestro tiempo, que es muy bonito cocinar pero tampoco hay que exceder del tiempo estrictamente necesario. Yo ahora mismo es lo que más aprecio, mi tiempo, así que optimizo todo para no perder ni un minuto y así lo aprovecho en otra cosa.

¡Vamos a ello! Agregamos dos cucharadas de agua del grifo a las semillas de lino molidas y las reservamos en la nevera durante 5 minutos.

Mezclamos bien el jarabe de arce y la mantequilla de nueces. Para obtener los mejores resultados, yo uso una mantequilla de nueces 100% (sin estabilizadores ni aditivos), y una cosa, asegúrate de que el aceite que a veces se separa en la superficie esté bien mezclado antes de usarlo.

Luego agrega las semillas de lino rehidratadas que teníamos en el frigorífico y el polvo de cacao. Mezcla todo muy bien.

Finalmente, mezcla la avena y la sal. Revuelve la mezcla un poco para que toda la avena esté bien cubierta en la mezcla dulce.   

Coloca bolitas de galletas en la bandeja para hornear, dejando un poco de espacio alrededor de cada galleta puesto que estas crecerán un poco en la cocción.

Hornea por unos 15 minutos. Retira del horno y deja que las galletas se enfríen antes de transferirlas a un plato, son frágiles mientras están calientes, así que no debes de moverlas para evitar que se partan.

Ya la tienes, ahora ya las puedes almacenar en un recipiente hermético o comerte una para cerciorarte de que todo ha ido bien  😉

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