Paté de zanahoria y nueces
Esta receta de paté de zanahoria y nueces es muy fácil de hacer. Es muy sana y muy suave al paladar.
En vez de las especias que te propongo puedes añadir medio ajo (recuerda quitarle siempre el centro para que no repita o caiga fuerte al estómago), yo prefiero la opción de echarle especias, con una pizca tendrá un toque y no te arriesgas a que sepa demasiado a ajo y pique, a mi no me gusta el picor ya que me da la sensación de que la comida pierde su sabor y solo sabe a picante.
Si te fijas muchos pates llevan frutos secos para darle la solidez y cremosidad que podrías conseguir con un queso de base, con los frutos secos conseguimos esa untuosidad pero sin tener que recurrir al queso fresco. Así que si en vez de nueces tienes otro fruto seco como anacardos, también valdría para nuestra receta.
Recomiendo comer el paté de zanahorias y nueces con crudites (verduras cortadas en bastones para mojar en el paté como por ejemplo apio, pimiento, calabacín, pepino o incluso zanahoria) o alguna tosta. El dulzor de la zanahoria hace de este paté que sea un tanto especial.
A la zanahoria le va muy bien el jengibre, le da un sabor muy bueno, por ejemplo, cuando hago un pie de zanahoria, a la masa de zanahoria siempre le echo jengibre, no dejéis de probar esta recomendación.
Ingredientes
- 400gr de zanahoria
- 100gr de nueces
- una pizca y algo más de pimentón dulce
- una pizca de genjibre
- una pizca de cúrcuma
- una pizca de comino molido en polvo
- aceite de oliva virgen extra (A.O.V.E)
- sal
Elaboración
Primero pelamos las zanahorias y las lavamos. Luego ponemos agua en un cazo a hervir y en cuanto hierva metemos las zanahorias a cocer durante media hora, no nos pasemos de tiempo de cocción que cuanto más cuecen más propiedades pierden, es mejor ir pinchándolas con un cuchillo y en cuanto veamos que están blandas las sacamos a un escurridor y dejamos que se templen.
Metemos las zanahorias junto con las nueces y el resto de ingredientes en la batidora hasta que se haga una masa homogénea, lo ideal es ir probando para ajustar el sabor en lo que a sal y especias se refiere.
Al final añadimos el chorro de aceite y terminamos de batir.
¡Y a la nevera! durante al menos una hora para que repose un poco y el sabor quede establecido. Si puede ser en un bote hermético, ya que estos mantienen mejor el sabor de los alimentos.
Se puede presentar en unos vasitos como pongo en la imagen, pero también en una bandejita pequeña con sésamo tostado por encima, o ya untado en tostas con unas semillas de chía por encima de adorno… utiliza tu imaginación que seguro que te sale algo sorprendente.
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